Páginas

jueves, 4 de junio de 2020

El amor debe ser contagioso


Encabezado de Pascua Correo electrónico CDR


Reflexiones Católicas Diarias
¡Mi vida católica!

El amor debe ser contagioso
4 de junio de 2020
Jueves de la novena semana de
lecturas del tiempo ordinario para hoy




"Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas ... Amarás a tu prójimo como a ti mismo". Marcos 12: 30-31b

¡Es interesante ver cómo estos dos grandes mandamientos van juntos!

En primer lugar, el mandamiento de amar a Dios con todo su corazón, alma, mente y fuerza es bastante sencillo. La clave para entender esto es que es un amor total y que todo lo consume. Nada puede ser retenido de amar a Dios. Cada parte de nuestro ser debe estar totalmente dedicada al amor de Dios.  

Aunque se podría decir mucho sobre ese amor para entenderlo de una manera cada vez más profunda, también es importante ver el vínculo entre el Primer y el Segundo Mandamiento. Juntos, estos dos mandamientos resumen los Diez Mandamientos dados por Moisés. Pero el vínculo entre los dos es esencial para entender.

El Segundo Mandamiento dice que debes "amar a tu prójimo como a ti mismo". Entonces esto plantea la pregunta: "¿Cómo me amo a mí mismo?" La respuesta a eso se encuentra en el Primer Mandamiento. En primer lugar, nos amamos amando a Dios con todo lo que tenemos y todo lo que somos. Amar a Dios es lo mejor que podemos hacer por nosotros mismos y, por lo tanto, es la clave para amarnos a nosotros mismos.  

La conexión, entonces, entre los dos mandamientos es que amar a nuestro prójimo como nos amamos a nosotros mismos significa que todo lo que hacemos por los demás debería ayudarlos a amar a Dios con todo su corazón, alma, mente y fuerza. Esto se hace por nuestras palabras, pero especialmente por nuestra influencia.

Cuando amamos a Dios con todo, nuestro amor a Dios será contagioso. Otros verán nuestro amor a Dios, nuestra pasión por Él, nuestro deseo por Él, nuestra devoción y nuestro compromiso. Lo verán y se sentirán atraídos por él. Se sentirán atraídos porque el amor a Dios es de hecho muy atractivo. Ser testigo de este tipo de amor inspira a los demás y les hace querer imitar nuestro amor.

Reflexione, hoy, sobre cuán profundo es su amor a Dios. Igual de importante, reflexiona sobre qué tan bien dejas que ese amor de Dios brille para que otros lo vean. Debe ser muy libre al permitir que su amor a Dios se viva y se exprese de manera abierta. Cuando lo hagas, los demás lo verán y los amarás como a ti mismo.

Señor, ayúdame a seguir estos mandamientos de amor. Ayúdame a amarte con todo mi ser. Y en ese amor por ti, ayúdame a compartir ese amor con los demás. Jesús, confío en ti.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario