Páginas

sábado, 16 de mayo de 2020

Persecucion


Encabezado de Pascua Correo electrónico CDR


Reflexiones Católicas Diarias
¡Mi vida católica!


Persecucion
16 de mayo de 2020
Sábado de la quinta semana de
lecturas de Pascua para hoy



"Recuerda la palabra que te dije:" Ningún esclavo es más grande que su amo ". Si ellos me persiguieron, también te perseguirán a ti." JUAN 15:20

¿Quieres ser como Jesús? Si es así, tenga cuidado con lo que eso significa. Es fácil pensar que cuanto más nos acerquemos a Cristo, más seremos amados y entendidos por el mundo. Podemos pensar que todos verán nuestra santidad y la admirarán, y todo será bueno y fácil en la vida.

Pero todo lo que tenemos que hacer es mirar la vida de Cristo para saber que este no es el caso. Obviamente era perfecto en todos los sentidos. Como resultado, fue tratado con gran malicia y persecución. Es difícil comprender la oscura verdad de que realmente lo mataron. En la oscuridad de la noche, fue arrestado, sometido a un juicio simulado, declarado culpable y condenado a muerte. Su castigo se llevó a cabo de inmediato.

¿Por qué le hicieron esto al Hijo de Dios? ¿Por qué alguien tan perfecto y misericordioso en todos los sentidos sería tratado tan cruelmente?  

Si estuviéramos allí, como Sus primeros seguidores, probablemente nos habríamos sorprendido, asustado, escandalizado y confundido. Es posible que hayamos pensado que Jesús se equivocó y perdió la esperanza en él. Pero su plan fue perfecto en todos los sentidos y su plan centralmente lo involucró soportando acusaciones falsas y persecución maliciosa. Y al aceptar libremente este abuso, Él redimió al mundo.

Volviendo a la pregunta original, "¿Quieres ser como Jesús?" Esta es una pregunta difícil cuando la vemos a la luz de lo que le sucedió. "Ningún esclavo es más grande que su amo". "Si ellos me persiguieron, también te perseguirán a ti." Estos son dichos difíciles de aceptar y aceptar.  

La persecución es algo de lo que no debemos huir. No debemos desesperarnos si sucede y no debemos mantener la cabeza baja. ¿Por qué? Porque la persecución es una señal clara de que estamos siguiendo los pasos de nuestro Maestro. Estamos más profundamente unidos a Cristo como resultado de la persecución de lo que jamás podríamos darnos cuenta. 

La clave es saber que Dios tiene la intención de usar todo maltrato para bien si lo dejamos. Y dejamos que lo use para bien cuando se lo entregamos a Él y lo recibimos libremente, no a regañadientes. Nuestra respuesta debe ser "regocijarnos y alegrarnos" de que se nos haya encontrado dignos de seguir los pasos de nuestro Divino Señor.

Considera hoy cualquier forma de persecución o injusticia que sufras por tu fe y por el abrazo del Evangelio. El Señor quiere usar eso si lo dejas.

Señor, me entrego a ti todo lo que me agobia. Doy cualquier sufrimiento que reciba por ser tu seguidor. Que no solo te imite en tu sufrimiento, sino también en tu aceptación de él. Jesús, confío en ti.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario