Su matrimonio es signo y símbolo de fe para los demás. Así como la comunidad lo ayuda, usted ayuda a la comunidad celebrando su matrimonio
El sacramento del Matrimonio es un acto de adoración, oración y alianza. Como tal, no debe ser abordado o tomado a la ligera. Es un acto que no solo le habla a usted como pareja, sino también a la comunidad.
En este sacramento del Matrimonio, las parejas se dan el uno al otro. A diferencia de los otros sacramentos en los que el sacerdote es el "dador" de la Santa Cena, en el matrimonio los "dadores" son las dos personas que se comprometen y se dan la vida el uno para el otro.
Como un acto de adoración, los recién casados están llamado a celebrar su boda en la comunidad de la que vienen o en la que vivirán. Esto es, están llamados a "predicar" a la comunidad a través de la celebración de su matrimonio. Su matrimonio es un signo y un símbolo de su fe para otras personas. Así como la comunidad lo ayuda, usted ayuda a la comunidad celebrando su matrimonio en medio de ellos.
"El matrimonio no es un acontecimiento que afecte solamente a quien se casa. Es por su misma naturaleza un hecho también social que compromete a los esposos ante la sociedad. Desde siempre su celebración ha sido una fiesta que une a familias y amigos. De ahí pues que haya también motivos sociales, además de los personales, en la petición de casarse en la iglesia". (San Juan Pablo II, 68 | Familiaris Consortio)
Día 26: Tu prioridad es tu fe y tu matrimonio, no tu trabajo
Las Sagradas Escrituras nos hacen un llamando, muy claramente, al trabajo duro y al deber sagrado de proveer para nuestras familias; pero en nuestra cultura el pecado de la pereza no parece ser tan común como el pecado de trabajar demasiado.
Si está demasiado ocupado como para pasar tiempo de calidad con su familia, entonces necesita volver a examinar sus prioridades inmediatamente.
En su lecho de muerte, su fe y su familia serán lo único que realmente importará, así que no espere hasta entonces para darles una prioridad mayor que su trabajo.
Cita bíblica del día
"No te fatigues tratando de hacerte rico. Sé sabio como para saber cuándo renunciar". (Proverbios 23,4)
Pregunta para la reflexión
"¿Le estoy mostrando continuamente a mi cónyuge y a mi familia que los amo y valoro por encima de mis ocupaciones y posesiones?".
Oración del día de los esposos.
Señor, tu inagotable fuente de bondad ha sido derramada en los corazones de cada persona para que así estemos llenos de gracia manteniéndonos firmes y buscando siempre los caminos de bien.
Como matrimonio y como pareja unida íntimamente a tu amor, es nuestro mayor deseo, de todo corazón, someternos a Ti, buscando sabiduría y pidiendo tu luz y tu guía para esclarecer nuestros caminos.
Sabemos que, sin tu ayuda, es imposible conseguir soluciones a cada dificultad. Enséñanos, oh Dios verdadero, a morir personalmente a nosotros mismos, a nuestros deseos obstinados de aferrarnos a lo pasajero, para así poder caminar en sumisión completa hacia Ti.
Sin tu auxilio divino, no podríamos resistir a las trampas del enemigo malo que quiere ver nuestro matrimonio separado y apegados, cada uno, a superaciones personales y laborales.
Queremos amarte con todas nuestras fuerzas, confiando en que, las bendiciones que tienes preparadas para nosotros, van más allá de lo que podamos imaginar o ganar. No hay mayor riqueza para nuestra relación que nuestro amor esté basado en tus principios de vida.
Entregamos nuestra voluntad a la tuya para que rijas nuestros caminos. Ponemos bajo tu autoridad celestial cada área de nuestras vidas y todos nuestros sueños y así den el fruto que correspondan para nuestra salvación y la de los nuestros.
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