Oh, señora y Madre mía, con filial cariño vengo a ofrecerte en este día cuanto soy y cuanto tengo: Mis ojos para mirarte, mi voz para bendecirte, mi vida para servirte, mi corazón para amarte.
Acepta, Madre, este don que te ofrenda mi cariño y guárdame como a un niño cerca de tu corazón.
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