Domingo 14º Tiempo Ordinario (3 julio, Santo Tomás Apóstol)
De Corazón a corazón: Is 66,10-14 (“Alegraos con Jerusalén… os consolaré como una madre”); Gal 6,14-18 (“no me gloriaré si no es la cruz de Nuestro Señor Jesucristo”); Lc 10,1-12.17-20 (“Los envió de dos en dos… La mies es mucha… Volvieron llenos de gozo”)
Contemplación, vivencia, fraternidad, misión: La vida recupera su sentido cuando en las pruebas y dificultades experimentamos la cercanía de Dios Amor. A todos nos lleva en su corazón, con el cariño de padre y madre. La “cruz” la llevamos en solidaridad con Cristo, hombro con hombro. El mejor premio que nos puede tocar es el de experimentar a Cristo Amigo que nos dice: ‘te acompaño, ¿me quieres completar?’ Esta experiencia lleva necesariamente a la misión de anunciar este amor a todos los hermanos, compartiendo con ellos la cruz, hombro con hombro.
*Con María la Iglesia camina en comunión, abierta a las sorpresas del Espíritu Santo: El mayor gozo del apóstol consiste en gastar la vida para que todos conozcan y amen a Cristo. Este gozo es contagioso de vocaciones porque es “pascual”. María es “causa de nuestra alegría” porque nos ayuda a vivir en sintonía con Cristo Resucitado.
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