Reflexiones diarias sobre la Divina Misericordia
365 Días con Santa Faustina
Reflexión 62: Los pequeños sacrificios de la vida
¿Importan los pequeños sacrificios? A veces podemos pensar que debemos tratar de hacer grandes cosas. Algunos pueden tener ideas de grandeza y soñar con realizar grandes hazañas. Pero, ¿qué pasa con los pequeños y monótonos sacrificios diarios que hacemos? ¿Sacrificios como limpiar, cocinar, ayudar a otro, perdonar, etc.? ¿Importan las pequeñas cosas? Seguramente. Son un tesoro que le damos a Dios como ningún otro. Los pequeños sacrificios diarios son como un campo en el valle abierto, lleno hasta donde alcanza la vista con hermosas flores silvestres. Una flor es hermosa, pero cuando nos comprometemos con estos pequeños actos de amor todo el día, todos los días, le presentamos a Dios un campo que fluye de belleza y magnificencia infinitas (Ver Diario #208).
Reflexiona sobre las cosas pequeñas hoy. ¿Qué es lo que haces cada día que te cansa y te parece aburrido o sin importancia? Sepa que estos actos, quizás más que cualquier otro, le presentan una gloriosa oportunidad de honrar y glorificar a Dios de una manera magnífica.
Señor, te ofrezco mi día. Te ofrezco todo lo que hago y todo lo que soy. Te ofrezco especialmente las pequeñas cosas que hago todos los días. Que cada acción se convierta en un regalo para Ti, ofreciéndote honor y gloria a lo largo de mi día. Jesús, en Ti confío.
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Reflexión 62: Los pequeños sacrificios de la vida
¿Importan los pequeños sacrificios? A veces podemos pensar que debemos tratar de hacer grandes cosas. Algunos pueden tener ideas de grandeza y soñar con realizar grandes hazañas. Pero, ¿qué pasa con los pequeños y monótonos sacrificios diarios que hacemos? ¿Sacrificios como limpiar, cocinar, ayudar a otro, perdonar, etc.? ¿Importan las pequeñas cosas? Seguramente. Son un tesoro que le damos a Dios como ningún otro. Los pequeños sacrificios diarios son como un campo en el valle abierto, lleno hasta donde alcanza la vista con hermosas flores silvestres. Una flor es hermosa, pero cuando nos comprometemos con estos pequeños actos de amor todo el día, todos los días, le presentamos a Dios un campo que fluye de belleza y magnificencia infinitas (Ver Diario #208).
Reflexiona sobre las cosas pequeñas hoy. ¿Qué es lo que haces cada día que te cansa y te parece aburrido o sin importancia? Sepa que estos actos, quizás más que cualquier otro, le presentan una gloriosa oportunidad de honrar y glorificar a Dios de una manera magnífica.
Señor, te ofrezco mi día. Te ofrezco todo lo que hago y todo lo que soy. Te ofrezco especialmente las pequeñas cosas que hago todos los días. Que cada acción se convierta en un regalo para Ti, ofreciéndote honor y gloria a lo largo de mi día. Jesús, en Ti confío.
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