Reflexiones diarias sobre la Divina Misericordia
365 Días con Santa Faustina
Reflexión 70: Identificarse con el Cristo sufriente
¿Con qué imagen de Cristo te sientes más cómodo? ¿Con qué imagen te identificas más fácilmente? ¿La imagen de Cristo glorificado como Rey de todos? ¿O la imagen de Cristo golpeado y sufriente? Al final, fijaremos nuestros ojos en el Señor en gloria y majestad y este será nuestro deleite por la eternidad. Sin embargo, mientras seamos peregrinos en esta vida terrena, el Cristo sufriente debe dominar nuestra mente y nuestro afecto. ¿Por qué? Porque nos revela la cercanía de Jesús a nosotros en nuestra propia debilidad y dolor. Ver sus heridas nos dispone a revelar nuestras propias heridas con confianza. Y ver nuestro propio quebrantamiento en la verdad y la claridad nos ayuda a amar a nuestro Señor más profundamente. Él entró en el sufrimiento a través de Su Cruz. Él quiere entrar personalmente en tu sufrimiento mientras contemplas Sus heridas (ver Diario #252).
Mira las heridas de Jesús este día. Trate de recordar Su sufrimiento a lo largo del día. Su sufrimiento se convierte en un puente para nosotros. Un puente que nos permite entrar en Su divino Corazón que amó hasta la última gota de sangre.
Señor, te miro en este día. Contemplo cada herida y cada azote que llevaste. Ayúdame a acercarme a Ti en Tu dolor y ayúdame a dejarte transformar mis propios sufrimientos en un instrumento de unión divina. Jesús, en Ti confío.
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