365 Días con Santa Faustina
Reflexión 226: El buen fruto de la misericordia
Nuestro Señor tenía un Corazón de perfecta Misericordia para los demás. Es importante notar que Su Misericordia no es solo un concepto general; más bien, se vive en acciones concretas. Específicamente, son muchos los buenos frutos que nacen de esta Misericordia, como actos concretos de compasión, bondad, comprensión y consuelo. Esto es importante de entender. La misericordia no es simplemente un concepto general. Es concreto y práctico. Se ve, se vive y se experimenta en la vida cotidiana. Aquellos que estuvieron cerca de Jesús mientras vivió en la Tierra habrían experimentado, de primera mano, Su compasión, bondad, comprensión y consuelo. Jesús quiere seguir ofreciéndolos a los demás a través de ti. Comprométete con estos actos concretos para que la Misericordia de Dios siga haciéndose carne en nuestro mundo (Ver Diario #1175).
Cuando miras tu propia vida y examinas todas tus acciones, ¿qué ves? ¿Ves resplandecientes actos concretos de la Misericordia de Dios? Reflexiona hoy sobre los detalles y actos específicos que ves o no ves. Sepa que la Misericordia de Dios brilla a través de usted en las formas más pequeñas. Busca esos caminos y busca su aumento en tu vida. No esperes.
Señor, por favor hazme un instrumento de Tu Misericordia en actos diarios de bondad, compasión, consuelo y comprensión. Que estos buenos frutos de Tu Misericordia estén vivos en mi vida en pequeñas y grandes maneras. Me entrego a Ti por Tu Misericordia, amado Señor. Jesús, en Ti confío.
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