365 Días con Santa Faustina
Reflexión 45: Sagrada Comunión
A veces no tenemos ganas de ir a Misa o podemos estar profundamente distraídos cuando nos acercamos al Santísimo Sacramento. Quizás una de las mejores cosas que se pueden hacer en este caso es vivir en santa obediencia. Jesús quiere que recibas la Sagrada Comunión todos los domingos y todos los días santos porque Él sabe que la necesitas. Él sabe que este Alimento del Cielo es necesario para que consigáis la felicidad. Es el Don de Sí mismo dado libre y completamente a ti. Y Él te ordena que asistas a la Santa Misa por tu propio bien (Ver Diario #105).
Reflexiona hoy sobre tu actitud hacia el Don de la Santa Misa. ¿Asistes fielmente? Es decir, sin falta? ¿Eres perfectamente obediente al mandato de nuestro Señor? Y cuando allí, ¿cómo se entra en la Misa? ¿Oras y lo buscas invitándolo a entrar en tu alma? Después de recibir la Sagrada Comunión, ¿se arrodilla y ora verdaderamente? Nunca podríamos estar lo suficientemente agradecidos por este regalo sagrado. Haga que su próxima Comunión sea una que lo coloque en un camino de santidad.
Señor, te agradezco por este precioso regalo de la Sagrada Comunión. Te agradezco por venir a mí de una manera tan íntima y perfecta. Ayúdame a ser siempre obediente a Tu mandato para recibirte fielmente. Y cada vez que tengo el privilegio de recibirte, ayúdame a estar plenamente atento a tu divina presencia. Jesús, en Ti confío.
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