Santos Cirilo y Metodio (lunes 14 febrero 2022)
Publicado el domingo, 13 febrero 2022| Comentarios desactivadosen Santos Cirilo y Metodio (lunes 14 febrero 2022)
De Corazón a corazón: Hch 13,46-49 (“La palabra de Dios se iba difundiendo”); Lc 10,1-9 (“Los envió de dos en dos, a donde él había de ir”)
Contemplación, vivencia, fraternidad, misión: Todo buen apóstol sabe que su misión consiste en ser “testigo” de Jesús, su “transparencia” por el testimonio de vida y su “voz” por transmitir la Palabra de Dios que es el mismo Jesús. El apóstol verdadero no se predica a sí mismo, sino que busca el bien de los demás. Eso es posible cuando el corazón está libre para amarle y hacerle amar. Para todo apóstol, la garantía y la escuela de este seguimiento y de esta misión es la vida fraterna, familiar o comunitaria, amasada en oración, donde Jesús se hace presente, “en medio” de los hermanos (Mt 18,20). “En muchos lugares escasean las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada. Frecuentemente esto se debe a la ausencia en las comunidades de un fervor apostólico contagioso, lo cual no entusiasma ni suscita atractivo” (Evangelii Gaudium, n.107)
*Con María la Iglesia camina en comunión, abierta a las sorpresas del Espíritu: Nuestra vocación está en “vasos de barro”. Si vivimos en fraternidad el seguimiento y la misión de Jesús (“con su Madre”: Jn 2,12), es posible perseverar gozosamente en la siembra del Evangelio. “Hace falta sobre todo tener la valentía de proponer a los jóvenes la radicalidad del seguimiento de Cristo, mostrando su atractivo” (Sacramentum caritatis, n.25).
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De Corazón a corazón: Hch 13,46-49 (“La palabra de Dios se iba difundiendo”); Lc 10,1-9 (“Los envió de dos en dos, a donde él había de ir”)
Contemplación, vivencia, fraternidad, misión: Todo buen apóstol sabe que su misión consiste en ser “testigo” de Jesús, su “transparencia” por el testimonio de vida y su “voz” por transmitir la Palabra de Dios que es el mismo Jesús. El apóstol verdadero no se predica a sí mismo, sino que busca el bien de los demás. Eso es posible cuando el corazón está libre para amarle y hacerle amar. Para todo apóstol, la garantía y la escuela de este seguimiento y de esta misión es la vida fraterna, familiar o comunitaria, amasada en oración, donde Jesús se hace presente, “en medio” de los hermanos (Mt 18,20). “En muchos lugares escasean las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada. Frecuentemente esto se debe a la ausencia en las comunidades de un fervor apostólico contagioso, lo cual no entusiasma ni suscita atractivo” (Evangelii Gaudium, n.107)
*Con María la Iglesia camina en comunión, abierta a las sorpresas del Espíritu: Nuestra vocación está en “vasos de barro”. Si vivimos en fraternidad el seguimiento y la misión de Jesús (“con su Madre”: Jn 2,12), es posible perseverar gozosamente en la siembra del Evangelio. “Hace falta sobre todo tener la valentía de proponer a los jóvenes la radicalidad del seguimiento de Cristo, mostrando su atractivo” (Sacramentum caritatis, n.25).
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