domingo, 18 de marzo de 2018

Lun 19 Mar 2018 Homilía San José Año litúrgico 2017 - 2018 - (Ciclo B)

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Introducción
¿Quién es y qué alcance puede tener José de Nazaret hoy, en la vida de la Iglesia y en la nuestra? El prefacio de la Eucaristía este día lo define como el hombre Justo, el Fiel y el Servidor prudente. Su humildad (¡su justicia!), iluminada por las palabras del ángel, le hace aceptar, plenamente, el designio de Dios. Estas cualidades de justicia-humildad, fidelidad, servicio y cuidado amoroso de los suyos, pueden ser para muchos hombres y mujeres de hoy, un referente para su vida de fe.


Fray José Antonio Segovia O.P.
Real Convento de Santo Domingo de Scala Coeli


“ José, hombre justo y soñador ”
Evangelio de hoy y lecturas
Primera lectura
Lectura del segundo libro de Samuel 7, 4-5a. 12-14a. 16
En aquellos días, recibió Natán la siguiente palabra del Señor: -«Ve y dile a mi siervo David: "Esto dice el Señor: Cuando tus días se hayan cumplido y te acuestes con tus padres, afirmaré después de ti la descendencia que saldrá de tus entrañas, y consolidaré su realeza. Él construirá una casa para mi nombre, y yo consolidaré el trono de su realeza para siempre. Yo seré para él padre, y él será para mí hijo. Tu casa y tu reino durarán por siempre en mi presencia; tu trono permanecerá por siempre." »

Salmo

Sal 88 R. Su linaje será perpetuo.
Cantaré eternamente las misericordias del Señor, 
anunciaré tu fidelidad por todas las edades. 
Porque dije: «Tu misericordia es un edificio eterno, 
más que el cielo has afianzado tu fidelidad.» R.

Sellé una alianza con mi elegido, 
jurando a David, mi siervo: 
«Te fundaré un linaje perpetuo, 
edificaré tu trono para todas las edades.» R.

Él me invocará: 
«Tú eres mi padre, mi Dios, mi Roca salvadora.»
Le mantendré eternamente mi favor, 
y mi alianza con él será estable. R.

Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 4, 13. 16-18. 22
Hermanos: No fue la observancia de la Ley, sino la justificación obtenida por la fe, la que obtuvo para Abrahán y su descendencia la promesa de heredar el mundo. Por eso, como todo depende de la fe, todo es gracia; así, la promesa está asegurada para toda la descendencia, no solamente para la descendencia legal, sino también para la que nace de la fe de Abrahán, que es padre de todos nosotros. Así, dice la Escritura: «Te hago padre de muchos pueblos.» Al encontrarse con el Dios que da vida a los muertos y llama a la existencia lo que, no existe, Abrahán creyó. Apoyado en la esperanza, creyó, contra toda esperanza, que llegaría a ser padre de muchas naciones, según lo que se le había dicho: «Así será tu descendencia.» Por lo cual le valió la justificación.

Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Mateo 1, 16. 18-21. 24a
Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo. El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera: Maria, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: -«José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados.» Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor.

Pautas para la homilía
1. La Palabra de Dios nos habla hoy de descendencia, herencia, paternidad, filiación, estabilidad: Expresiones que hacen referencia a una Promesa de Dios que después se concentran en un hombre; un hombre que no habla, no dice una palabra, un hombre del cual se dice solamente que era Justo, por lo que actúa en docilidad y obediencia.

Dios anunció a José, con unos meses de retraso, la Encarnación de su Hijo en el seno de María, con quien estaba desposado, aunque aún no convivían. Y la respuesta de José a este anuncio, nos da las claves para colaborar con Dios en su plan sobre el mundo. ¿Cómo responde José a la Palabra?

En medio del sufrimiento y la crisis: respeta a María y actúa con prudencia.
Cuando todo se aclara, acepta el plan de Dios y confía. No se queja. Simplemente dice sí.
Todo ello está impregnado de amor. Un amor enamorado y apasionado hacia María, purificado en la duda y el dolor. Y un amor entregado, que le permitirá que ya no viva para sí mismo, sino para el plan de Dios sobre los hombres. Esto es lo que expresa con el gesto de: “José recibe a María y se la lleva a casa”.
2. José de Nazaret, es un Varón Justo. Así lo llama el texto evangélico de hoy. Justo, porque a pesar de las evidencias, no difama a María y decide abandonarla en secreto. Justo, porque, creyó sin más e hizo lo que le dijo el ángel llevando consigo a María. Decir justo significa bíblicamente decir santo. La justicia bíblica lo abarca todo: justicia económica; solidaridad; respeto, compasión, gratuidad, perdón. Todo esto es lo que nos hace plenamente justos y humanos y así es la justicia de José. Él es verdaderamente un varón justo, el hombre fiel que a pesar de que no entendía nada y en medio de las dudas y las crisis, sigue amando y protegiendo a María. Y en ella, el plan de Dios. Es el verdadero servidor que proporciona vida plena a los que le han sido confiados. Un servicio que, aunque hoy ha perdido mucho prestigio, porque nadie quiere servir, es más necesario y urgente, porque es Patrón y modelo de la familia que es la Iglesia.

3. Un hombre capaz de soñar, de custodiar y llevar adelante el sueño de Dios. Como dice el Papa Francisco, un ejemplo para todos y de forma particular para los jóvenes, a los cuales enseña a no perder nunca “la capacidad de soñar, de arriesgar y de asumir tareas difíciles". En el evangelio de hoy (Mt 1,18-24) aparecen José, María, Jesús, ayudándonos con las actitudes que los distinguen: la fe, la pobreza y la humildad.

El Papa habla de José como el guardián de las debilidades. El hombre escondido, el hombre del silencio, el hombre que hace de padre adoptivo; que tiene la autoridad con Jesús, pero sin hacerla ver.

A él, a su corazón, Dios confía cosas débiles: de hecho, una promesa es débil, así como es débil un niño, pero también una joven de la que él tuvo una sospecha. Debilidades que experimentará en el nacimiento del niño, en la huida a Egipto, en el trabajo cotidiano. Todas esas debilidades José las toma de la mano, en su corazón y las lleva adelante como se llevan adelante en la pobreza, con la fortaleza de la fe y la ternura. José puede ser considerado como el guardián de las debilidades, para que los hombres débiles se conviertan en personas firmes en la fe.

Pistas para la oración
El Papa Francisco nos ha dejado en San José un modelo de Guardián de las “debilidades” y de los “Sueños de Dios”. Un sueño de Redención y de Salvación para todos los hombres, expresado en nombre que José pone al niño: Jesús. Sueño en el que también nosotros podemos colaborar como lo hizo él, desde nuestra pobreza de anawin. Estos interrogantes del Papa ante la figura y fiesta de San José, nos ayudan a orar y reflexionar hoy a nosotros.

¿Cómo acogemos el plan de Dios en nuestras vidas?
¿Afronto las situaciones desconocidas, e incluso adversas, con la misma humanidad, disposición y generosidad que José ante los designios de Dios?
¿Somos como María y José, que reciben a Jesús y lo cuidan con amor materno y paterno?
¿Qué obras de misericordia debo contemplar, para custodiar y velar por mi prójimo?

Fray José Antonio Segovia O.P.
Real Convento de Santo Domingo de Scala Coeli

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