viernes, 19 de enero de 2018

NUESTRO CENTRO DEBE SER EL AMOR

“Siempre que alguien nos hiere, ofende, ignora o rechaza, se produce en nosotros una profunda protesta interior.
Puede tratarse de furia o depresión, de deseo de venganza o incluso del impulso de causarnos daño nosotros mismos.
Podemos sentir una profunda urgencia de vengar nuestra herida, o bien refugiarnos en un sentimiento suicida de autodesprecio.
Aunque estas reacciones extremas puedan parecer excepcionales, nunca son ajenas a nuestros corazones.
Durante largas noches le damos vueltas a menudo a las palabras o acciones con que hubiéramos podido responder a lo que nos dijeron o hicieron otros.
Justo en ese momento es cuando hemos de desenterrar nuestros recursos espirituales y encontrar el centro en nuestro interior, ese centro que está mucho más allá de nuestra necesidad de herir a otros o herirnos a nosotros mismos, ……..el centro donde somos libres para perdonar y amar.”

No hay comentarios. :

Publicar un comentario